Cette année, c’est dans les villages de la Moraña, région d’Avila à deux heures de Madrid, que nous avons célébré le triduum pascal. Le P. Rafael, passionniste nous proposa cette mission. Nous avons réalisé que notre présence et coopération auprès des prêtres des villages était nécessaire. Notre groupe était composé de Sr Vicenta de Abajo, Sr Dolores Carnero, Sr Cande Chuvirú, Gricelda Florentín (aspirante), Angelines Jiménez, Sr Inés Escudero. Nous avons été magnifiquement accueillies par des laïcs engagés et le P. Jésus, qui ont rouvert pour nous la maison sacerdotale de Herreros de Suso, fermée depuis deux ans.
Notre programme fut le suivant, organisé dans notre style.
JEUDI SAINT
Laudes : à Gimialcón, Salvadios et à Narros del Castillo
Eucharistie “La Cène du Seigneur”: à Castiblanco et à Herreros de Suso.
Reposoir : à Herreros de Suso
VENDREDI SAINT
Chemin de croix : à Muñoz Grande, Sígeres, El Parral et à Herreros de Suso
Offices de la Croix : à Gimialcón et à Salvadios
Procession : à Gimialcón et à Salvadios
SAMEDI SAINT
Laudes : à Gimialcón
Visite du monastère des Carmélites Dechaussées “Madre Maravillas” (Mère des Merveilles)
Répétition de chants : à Herreros de Suso
Vigile pascale : à Herreros de Suso
DIMANCHE DE LA RÉSURRECTION
Participation à la procession de la rencontré
Eucharistie : à El Parral, Vita et à Herreros de Suso.
Pour les trois eucharisties du dimanche, le P. Jésus, curé des paroisses, nous demanda à participer à l’homélie. Ce fut un cadeau en or de ce Triduum pascal.
Le matin, nous avons apporté la communion aux malades de Vita et d’Herreros de Suso. Ce fut une expérience remplie de joie ; ces personnes nous apportèrent une grande richesse.
Les accords de guitare et la voix d’Angelines contribuèrent à donner à toutes nos célébrations une belle solennité. Le P. Jésus nous aida à nous situer à chaque moment et en chaque lieu par des paroles qui rendaient notre présence simple et forte en témoignage.
Ce furent des jours de prière, de rencontres joyeuses entre nous et avec les gens simples de ces villages. La joie fut le marqueur de notre présence dans les villages d’Avila.
Le repas d’adieu, partagé avec les prêtres et les laïcs impliqués dans la pastorale paroissiale, laissa le goût de célébrer ensemble, Pâques 2020 !
En nuestro primer contacto, con el padre Rafael y los sacerdotes de estos pueblos, vimos que nuestra presencia y colaboración, en la celebración del Triduo Pascual, era necesaria. El grupo los formábamos Sor Vicenta de Abajo, Sor Dolores Carnero, Sor Cande Chuvirú, Gricelda Florentín (aspirante), Angelines Jiménez, Sor Inés Escudero.
Salimos de Madrid a las 16 horas del Miércoles Santo. Llegamos hacia las 18 horas a la casa sacerdotal de Herreros de Suso, donde pasaríamos los cuatro días. Seglares comprometidos y D. Jesús, sacerdote de este pueblo, se encargaron de ponerla a punto, ya que estaba cerrada desde hacía dos años.
Ya acomodadas, con todo organizado a nuestro estilo, nos sentamos en torno a la mesa para preparar las celebraciones que íbamos a realizar. Esta ha sido nuestra misión:
JUEVES SANTO:
Laudes: en Gimialcón, Salvadios y Narros del Castillo
Eucaristía “Cena del Señor”: en Castiblanco y Herreros de Suso.
Hora Santa: en Herreros de Suso
VIERNES SANTO:
Viacrucis: en Muñoz Grande, Sígeres, El Parral y Herreros de Suso
Celebración de los oficios: en Gimialcón y Salvadios
Procesión de la soledad: en Gimialcón y Salvadios
SABADO SANTO:
Laudes en Gimialcón
Visita al monasterio de Carmelitas descalzas “Madre Maravillas”
Ensayo de canto en Herreros de Suso
Celebración de la Vigilia Pascual en Herreros de Suso
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Participación en la Procesión del encuentro y Eucaristía en El Parral, Vita y Herreros de Suso.
En estas tres Eucaristía, del domingo de Resurrección, D. Jesús, párroco de estos pueblos, nos invitó a participar en la homilía. Broche de oro a nuestro Triduo Pascual
- Por las mañanas llevábamos la comunión a enfermos de Vita y Herreros de Suso. Experiencia llena de gozo; la riqueza que nos aportaron estas personas fue grandiosa. Tenemos que resaltar, en esta Pascua, los acordes de la guitarra y la voz de Angelines que dieron a todas nuestras celebraciones un tono de solemnidad.
También es digno de valorar nuestra presencia sencilla y testimonial; con palabras de D. Jesús supimos situarnos en cada momento y en cada lugar.
Han sido unos días de oración, de encuentro gozoso entre nosotras y con la gente sencilla de estos pueblos. La alegría ha sido la tónica que ha marcado nuestra estancia en los pueblos de Ávila.
La comida de despedida, compartida con los sacerdotes y seglares implicados en la pastoral parroquial, dejó el sabor de celebrar, juntos, la Pascua de 2020.